El plan es dejarte llevar… y la nutrición es completa
Érase una vez una casa familiar de los años 50, con aires neo-vascos y fachada afrancesada. Vigilaba la bahía que lindaba con el casco antiguo de Hondarribia, atesorando cientos de historias personales de su pasado, su propietaria y cada uno de sus visitantes.
Y se nota. Todavía hoy, @villamagalean se nutre de tradición y vanguardismo. Tesoros de la zona conviven elegantemente con tendencias modernistas, además de una sobresaliente atención.
Ha sido mi primera visita a Hondarribia. Avisada estaba de los manjares gastronómicos que podía encontrar en este viaje, pero nadie me avisó de lo rápido que se llega a olvidar la rutina diaria al entrar en la confortable villa.
Me encantan los lugares donde te puedes dejar llevar por las primeras sensaciones que tienes al entrar. Es como si ya estuviese todo pensado para sorprenderte discretamente a medida que te mimetizas con la casa. Aunque hay un cómodo ascensor, me encantó moverme de arriba abajo por los las escaleras, blancas y luminosas, llenas de contrastes de color desde la planta baja del restaurante hasta la impresionantes suites de la bohardilla, desde donde se disfrutan vistas a la imponente torre de la Iglesia de Santa María del Manzano.
No pude evitar fijarme con asombro en detalles como la grifería clásica de los baños modernos, las bonitas toallas, bolsas de tela, almohadas y colchas confeccionadas por artesanos de la localidad, las bandejas de alpaca en las que se sirve el pan de semillas del obrador local por la mañana, la elegante chimenea del salón principal, el piano que armoniza el comedor y hace guardia delante de la bodega, y por supuesto, el original chill-out acristalado, escondido a los pies del jardín.
Está claro que no necesitamos grandes espacios para disfrutar de grandes experiencias, @villamagalean es el ejemplo perfecto de exquisitez. Hasta el pequeño spa es un gran lujo del que pude disfrutar, envuelta en un cálido momento de recarga personal. Una cuestión de gusto por las cosas bien hechas, sin pretensiones pero con mucho estilo, un saber combinar ambientes, colores, luces, y lo mejor de la gastronomía local. La carta está diseñada con criterio nutricional para poder degustar los productos frescos de la temporada, el pescado de la lonja (cómo es la merluza…!!!!), la mejor carne de la zona, y postres equilibrados. Con el acompañamiento de vinos espectaculares y el premiado aceite de oliva virgen Knolive.
No hace falta planearlo… decides ir y te dejas llevar. Así son las #recargarusticae, nutritivas en todos los sentidos. Así de fácil te lo pone @villamagalean. Un verdadero placer haberos conocido, tengo la intuición de que nos quedan muchos más tesoros que descubrir en las próxima visita a vuestra casa. Gracias por haber recibido a mi familia con tanto cariño y generosidad.
Me tenéis totalmente conquistada, @rusticae 🙂