Tofu… incomible hasta que aprendes a cocinarlo.

Comprar un paquete de tofu fresco y cortarlo en cubitos para la ensalada como si de un queso fresco se tratase…es una patada para el aparato digestivo, además de no ser nada agradable su sabor. Y además tenemos el dilema de si la soja es buena o es mala. Según expertos nutricionistas, todo depende de su origen (no transgénico), de cómo se cocine y de quién la consuma.

La soja es una legumbre… ¿te tomarías una legumbre cruda? No creo que te sentase muy bien… por tanto, es de sentido común empezar a pensar que hay que cocinarla mucho y bien.

La soja es rica en “fitoestrógenos”, hormonas naturales de origen vegetal que equilibran el organismo. Dentro de los fitoestrógenos se encuentran las “isoflavinas”, que al llegar al intestino se combinan con bacterias intestinales, transformándose en una hormona antioxidante y protectora contra enfermedades como el cáncer.

El verdadero tofu se hace cortando la leche de soja con “nigari”, una sal de calcio. El tofu contiene ácido linolénico, un ácido esencial para eliminar los depósitos de colesterol en sangre. También es rico en Lecitina, un ácido graso fosforado vital que nutre las células de nuestro cerebro. Es bajo en calorías y apto para niños, mayores, personas con úlceras o gastritis, divertículos o trastornos hepáticos, y muy recomendable en el caso de mujeres que superan los 40…

Contiene proteínas de alto valor biológico, es decir, aquellas que realmente asimila el organismo (como son la lisina y metionina), de ahí que su aprovechamiento proteico llegue al 74% (en la carne es del 60%). Proteína ideal para las cenas, de forma ocasional. Sin olvidar su gran aporte de fósforo, fibra, calcio, hierro, potasio y vitamina E.

Aún con todas sus virtudes, debemos moderar su consumo, pues a nivel energético es una alimento muy frío y expansivo (yin), así que cuando lo tomemos, deberíamos acompañarlo de condimentos salados medicinales (como el miso o tamari, derivados de procesos largos de fermentación de la soja), cereales, algas y verduras de efecto más caliente para equilibrarlo.

Y lo más importante a tener en cuenta, nunca lo consumiremos CRUDO!! Siempre cocinado, al menos 20 min.de cocción antes de prepararlo para cualquier receta. Tampoco se debe mezclar con otras legumbres ni tomar fruta justo después de comerlo, para evitar molestias gástricas y flatulencias. Ahora entenderás por qué retiré hace mucho tiempo las «bebidas» de soja de mi alimentación.

El tofu fresco o ahumado dura unos 10 días en la nevera, siempre que lo conserves en un recipiente con agua filtrada y se la cambies a diario.

Es un alimento que da mucho juego en la cocina, y combina muy bien con verduras salteadas, se puede utilizar en salsas, quiches, “tofunesas”, o para crear divertidos sandwiches como éstos, dignos de probar…

La receta de los sándwiches de tofu y boniato va en el siguiente boletín, todavía estás a tiempo de recibirlo, apúntate: www.mariakindelan.com/contacto/

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