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Esos sitios de los que cuesta irse

Sabes de esa sensación cuando llegas a un sitio y todo te resulta conocido, incluso sus anfitriones? Es como si todo lo reunido en ese espacio estuviera planeado para conmoverte… dado que encuentras la sencillez más acogedora combinada de forma exquisita con detalles inolvidables por todos los rincones de la casa.

Si el enclave del pueblo Barós ya es especial por sí mismo, el @hotelbarosse te deja con la boca abierta. Imagina las construcciones típicas aragonesas de montaña, con sus muros imponentes de piedra, suelos radiantes, spa privado y chimeneas de leña. Un salón comedor rematado con una cocina de cuento en la esquina, surtida de bebidas, tés orgánicos y aperitivos para los huéspedes. Imagínate mi plan nada más llegar, selección de té, y un “no me lo creooooo” largo desde el sillón del cuarto de estar con vistas al jardín y las cumbres nevadas del Pirineo. Al otro lado del ventanal, se encuentra la habitación más romántica de todas. Una construcción de piedra independiente, que esconde en su interior un verdadero paraíso de habitación, con chimenea propia, música ambiental, velas, bañera de hidromasajes, toallas de Victorio&Lucchino, jabones de Clarins y un sinfín de detalles con gusto.

Cuál sería mi sorpresa al levantarme, cuando ya creía que nada podía superar la experiencia de las últimas horas, al ver el desayuno casero que José y Gustavo nos tenían preparado con tantísimo cariño. Me atrevo a decir, uno de los mejores desayunos artesanos que he tomado nunca. Empezamos con licuados recién hechos de zanahoria, manzana y jengibre, macedonia de frutas deliciosas, muëslis orgánicos con yogures artesanos, huevos del campo recién hechos, panes de todo tipo (incluído el pan sin gluten) y lo que casi me derrite de placer… un bizcocho de harina de castaña y manzana (#glutenfree). Con tanta energía en el cuerpo, no hubo más remedio que irse de excursión por los alrededores de Barós, conocer Jaca, y perderse un poco por los exuberantes paisajes,  aprovechando el soleado día de invierno que José y Gustavo nos tenían preparado.

Sabes de esos sitios de los que te cuesta irte porque te quedarías a vivir si pudieras? Pues eso es lo que se llama una #recargarusticae en el @hotelbarosse.

Gracias a José y Gustavo por descubrirme una forma exquisita de parar el tiempo. Gracias @rusticae por hacerlo posible.

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